«Hay que escribir un diario de sensaciones… eso os ayudará a pasar a segundo y también formará parte de vuestro bagaje… podréis mirar hacia atrás cuando queráis», decía Siri Tapa. Y a mi el «hay que» y el «pasar a segundo» con la guerra total que he declarado hace unos meses contra el sistema educativo academicista y por el exceso de evaluaciones a las que me he sometido (muy voluntariamente ojo) me chirría…
Pero mirando la foto completa y comprendiendo de dónde y de quién viene, la pequeñez mental se disipa (¡maldita como ataca cuando vez oportunidad a pesar de todo lo recorrido!), y por supuesto decido llevarlo más allá -qué tontería ¿no? Más allá de dónde-… en parte como vía de escape, en parte como gran proyecto del corazón: «crearé un diario… ¡pero en mi blog!» Eso sí mola, eso si me pone… aunque no sé si tanto como lo de «el amor te va a devorar» de Amma :-D.
Dicho esto, lo primero es lo primero… ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Es necesario… no lo sé, quizá sólo la necesidad de contarlo y compartirlo, de ser comprendido, aunque sea al aire… quizá la esperanza de que alguien valore lo que para mi ha sido un tesoro… jejeje hasta en esto, tan sutil parece, somos fútiles… «Si no existieses, ¿qué falta harías?» me decía un día Shidoshi Jordan siguiendo a Mario Sergio Cortella.
Quizá sea sólo agradecer, honrar a los que me han aportado tanto… quizá eso sí sea bonito. Motivamente es, llenar el corazón lo llena, y más a un hijo que soy de mi Tengu padre.
¿De dónde venimos pues? Quién sabe ya que la memoria es una gran mentira; qué puedo aportar si no apenas una interpretación que responda a Dios sabe qué necesidad propia muy probablemente ni consciente… Supongo que uno siempre da como razones los frutos, pero ignora las semillas… y són tan importantes… Decía Shidoshi Jordan que los shizen daban más importancia a las cosas pequeñas que a muchas de las grandes, porque a menudo éstas eran simiente de un gran árbol torcido… decía que viviendo entre ellos a veces los veía no enfadarse por un gran pérdida, pero volverse intransigentes por un mal gesto… En una afán por trascender esto supongo que vengo de carencias inconscientes, de un caldo de cultivo previo de muchos pequeños granos y que, al menos en mi caso, cristalizó en la adolescencia, en forma de múltiples insatisfacciones, y especialmente de muy mala alimentación… cosas del paso del 9-fuego al 5-tierra, con sus excesos, sus dudas, su poder, sus vicios y extremos… Un gran cara, una gran cruz. La vida no es más que un teatro que nos da la oportunidad de conoceros, comprendernos, encontrarnos, mejorarnos («mejorarnos»)… Y mi cara siempre ha sido muy potente –qué daño el triunfo, qué daño el halago– por lo que la cruz, en forma de azúcar, medicamentos, miedos y suspensos (si, yo, ¡¡¿suspensos!!?) fue estrepitosa… Gracias azúcar, gracias UPV, ¿qué gran oportunidad la adolescencia no? ¿Cuántos ajustes podríamos hacer están conscientes teniendo una buena guía, una maestro, un mentor? Aprendemos por el amor o por el dolor… El dolor hace más ruido, sobretodo cuando estamos sordos…
Así que un día en el Galileo Galilei de la UPV, ya viviendo sólo (a los 25, tarde para mi energía sussunda fuego) y en plena búsqueda de aprender cocina me encontre con un curso de «Cocina japonesa, árabe y macrobiótica»… que por un «error tipográfico» (jejeje, qué lista) resultó ser sólo de macrobiótica… gracias Patricia y lo que sólo habían sido interrogantes empezaron a ser respuestas… Increíble, fascinante, un tesoro… y un paso más hacia la soledad… cuanto más alto más ganas de compartir y menos gente con la que hacerlo, pero ¿acaso puedes elegir? 😀
Los constipados con las naranjas, el apoltronamiento con el azúcar, los mocos in crescendo en mis regulares constipados… hicieron que se me olvidara de la parte japonesa o árabe… increíbles los caminos del Señor… ni siquiera sabía que lo buscaba… ya siempre fui, desde entonces sí, un buscador consciente… Ahí estaba yo con el pastel de puerro, viniendo del otro extremo, como buen 5-tierra… un paradigma de lo occidental, fiel representante de mi cultura, muy sensible y por tanto muy cargado… Se fue a la basura… entero 😀 Qué asco, y qué mal cocinado… la cocina aún hoy sigue siendo una asignatura pendiente… una con la que (ignorantemente) me sigo torturando, más ahora que comprendo su importancia…
Y ahí anduvimos viajando y conociendo culturas y sus cocinas tradicionales, hasta que a la vuelta, creyendo yo que volvía para ser empresario en mi tierra, me di cuenta de que había vuelto para conocer a mi mujer y Shidoshi Jordan… Siempre mantuve lazos con Luis Nogueira y Rebeca Roca… eran los únicos lazos de karate… algo que retomé 15 años después, solo para conocerme a mi y para conocerlos a ellos… de nuevo una magia inevitable o será que lo interpreto hacía atrás connecting the dots ¿?
Y entonces, la magia, el secreto, la estructura tensional del universo… la generosidad, el mentor, el Maestro… la importancia del mentor, la conexión… la consciencia… la sensación de que no habría nada después